
La alimentación es una parte esencial de nuestra vida, es una fuente de placer y además está relacionada con los primeros afectos, con las personas más significativas en nuestro mundo infantil.
Por eso alimentación y emoción van muchas veces unidas.
Hablamos de alimentación emocional cuando las emociones dominan el acto de comer, lo que quiere decir que estamos calmando nuestras emociones a través de la comida.
Tengo rabia… como; estoy triste… como; me aburro… como.
Esto lo hacemos de forma inconsciente y este comer inconsciente nos lleva a una falta de equilibrio que nos genera sufrimiento.
Hay sufrimiento en nuestra vida cuando comemos de forma emocional porque influye sobre nuestra salud y sobre nuestro peso.
Si te sientes identificado con esto que lees te propongo que inicies un camino hacia la Alimentación Consciente, ahora le estamos llamando Mindful Eating, porque consiste en Practicar Mindfulness aplicado a la alimentación.
La práctica de Mindful Eating consiste en comer con atención plena, sin juzgar, aceptando plenamente la experiencia con una actitud amorosa hacia todo lo que se manifiesta en ese momento.
Es una práctica que suele realizarse en grupo porque el apoyo y la experiencia grupal enriquece a cada individuo y supone una gran ayuda para mantener la constancia y motivación necesaria.
El entrenamiento en Alimentación Consciente o Mindful Eating te va a enseñar:
A que te des cuenta de qué comes, como lo comes y como te sientes al hacerlo.
A que tomes consciencia de tus patrones mentales con relación a la comida.
A que tomes consciencia de tu hambre emocional….es decir, cuales son las emociones ocultas tras el comer impulsivo.
A que aprendas a regular esas emociones sin necesidad de utilizar la comida para ello.
A que aprendas a distinguir la sensación de saciedad cuando comes.
A que pases gradualmente de un comer impulsivo o emocional a un comer más consciente y saludable.