La imagen idealizada es aquella a cambio de la cual el individuo vendió su verdadero ser.
Karen Horney
Tanto la persona que tiene anoréxia, como la que tiene bulimia se identifican con su yo ideal, es decir con una perfección que no existe, por lo que se proponen fines que no pueden alcanzar y terminan en frustraciones y fracasos. La exigencia excesiva les resta porque les hace inseguros. Si la persona es capaz de bajar el listón mejora. Según Gary Yontef el sí mismo ideal se refiere a una auto-imagen, un autoconcepto de cómo a uno le gustaría o siente que debería ser para ser aceptable. La persona con problemas en su relación con la comida se rechaza a sí misma porque no coincide con la imagen con la que se identifica. El autoconcepto, la imagen creada de sí mismo le ocupa en desaprobarse a sí mismo y aplastar cualquier autoexpresión genuina. Y es entonces cuando la persona busca fuera desconsolada lo que tiene dentro y entra en una continua insatisfacción comparándose con cualquier persona a la que ella identifique con cualidades que se asemejan a esas que ella considera ideales.
Por eso es importante enseñarla a escucharse a sí misma y a distinguir cual es su voz interior y cual la voz de otras personas. Porque al interiorizar tanto la opinión de las personas importantes de su mundo no consigue distinguir si lo que quiere obedece realmente a su voluntad o a la de su madre, su padre, abuela…La desconexión con sus sentimientos es grande por eso éstos no pueden orientarla.
“El vacío interior es así percibido en el cuerpo y traducido en un vacío que puede ser colmado con la comida»
Luigi Onnis